Reseña: Días de sangre y resplandor - Laini Taylor

Título: Días de sangre y resplandor

Autor: Laini Taylor

Saga: Hija de humo y hueso #2

Editorial: Alfaguara

Fecha de publicación: febrero de 2013

Formato: Rústica con solapas

Páginas: 523

Precio: 17,50€

La estudiante de arte y aprendiz de monstruos, Karou, tiene por fin las respuestas a las preguntas que se lleva haciendo desde niña: por fin sabe quién es y, sobre todo, qué es. Pero junto a esta verdad ha conocido otra mucho más dolorosa: el ser al que ama es su peor enemigo, responsable de la traición más terrible y del dolor de todo el mundo. 

En esta segunda parte de la mundialmente aclamada Hija de humo y hueso, Karou deberá decidir hasta dónde es capaz de llegar para defender a su pueblo. Llena de dolor y belleza, secretos y decisiones imposibles, Días de sangre y resplandor encuentra a Karou y Akiva en dos bandos enfrentados cuando una antigua guerra vuelve a desatarse. 

Mientras Karou y sus compañeros construyen un ejército quimérico en un mundo de polvo y estrellas, Akiva lleva a cabo otro tipo de batalla, la de su redención, la búsqueda de esperanza. Pero, ¿puede la esperanza escapar de las cenizas de un sueño roto?

(Contiene spoilers del libro anterior)

Tenía muchas ganas de leer este libro después de que su primera parte me enamorara perdidamente, sin exagerar. Tal vez por eso llevaba las expectativas demasiado altas porque Días de sangre y resplandor no me ha gustado "tanto" como el anterior. Pongo tanto entre comillas porque, que no me gustara "tanto", no significa que no me gustara "en absoluto". Lo leí en muy poco tiempo, a pesar de que no es precisamente corto (me tragué como 500 páginas en un día casi sin darme cuenta), y no se me hizo para nada pesado.

Érase una vez un ángel y un demonio que sujetaron un hueso de la suerte entre los dedos. Y su chasquido partió el mundo en dos.

Han pasado un par meses desde que Karou y Akiva rompieron el hueso de la suerte y ahora cada uno libra su propia batalla por separada, en mundos diferentes. Mientras que el primer libro se desarrolla enteramente en nuestro mundo, ahora va alternando entre este y Eretz, el mundo de los serafines y las quimeras. De esta forma, podemos ver cómo es este lugar, hasta ahora desconocido. Al principio parece que tiene una organización demasiado sencilla para tratarse de un mundo completo, pero a medida que avanza el libro, los hilos se van liando y, aunque no llega a ser un entramado demasiado complejo, sí que tiene cosas interesantes.

En cuanto a los personajes, en esta segunda parte aparecen varios nuevos (sobre todo quimeras), pero no se dejan atrás los personajes del libro anterior.

• Karou: antes me encantaba por ser alegre y decidida, pero parece haber perdido toda esa determinación, convirtiéndose en un títere asustadizo y reconcomido por los remordimientos de lo que hizo en el pasado.
• Akiva: es un personaje con el que no he llegado a conectar. Su continua actitud de mártir (sí, se comporta exactamente así) me pone bastante nerviosa y eso hace que no me llegue a gustar. A pesar de esto, en algunos momentos llega a despertar mi compasión.

Estos son los principales, pero también hay secundarios que son más importantes que otros. Uno de ellos es Ziri, un kirin (la misma especie de quimera a la que pertenecía Madrigal) que Karou conoció siendo Madrigal.  Es un personaje al que se le llega a coger cariño a pesar de que al principio no me gustaba mucho que digamos. Todo apunta a que va a adquirir mayor relevancia en el siguiente libro, así que estoy deseando verlo. SPOILER- ¿Soy la única que ve una muy posible relación entre Ziri y Liraz?-FIN DEL SPOILER.

Otros personajes que aparecieron antes, como Zuzana y Mik, adquieren más protagonismo. Al igual que en el libro anterior, Zuzana es un personaje que me ha encantado porque añade humor a la historia en medio de tanto drama.

El libro está narrado en tercera persona y centrado principalmente en el punto de vista de Karou y Akiva, aunque a veces también se centra en otros personajes como Zuzana y Ziri (y otros cuantos que no sé si vale la pena mencionar porque apenas aparecen). Esta multiplicidad de narración me gustó porque permite apreciar las cosas desde diferentes perspectivas y comprender por qué cada personaje actúa como lo hace.

Lo que ha hecho que no me guste tanto como el libro anterior es la ausencia de un elemento que, al menos para mí, fue clave al principio de la trilogía. SPOILER- Podéis llamarme ñoña o lo que queráis, pero el hecho de que no hubiera ni siquiera una escena un poquito romanticona entre Akiva y Karou me mató-FIN DEL SPOILER. 

Otra cosa que, aunque no me parece imprescindible, sí que me hubiera gustado encontrar son explicaciones algo más detalladas de cómo hace Karou "su trabajo", ya que me pareció algo muy interesante y me habría gustado entender mejor el mecanismo.

Al igual que su anterior, no se caracteriza por la presencia de acción, que es casi nula sino más bien por la prosa de la autora, que sigue siendo hermosa, llena de matices y metáforas. Esto hace que el libro se convierta en una auténtica obra de arte en algunas ocasiones. Ésta es una de las cosas (y desde mi punto de vista la más importante) que contribuyen a que el libro sea especial y enganche.

Soy sacerdotisa de un castillo de arena en una tierra de polvo y luz de estrellas.

En conclusión, Días de sangre y resplandor ha resultado ser una buena segunda parte de trilogía que nos da la oportunidad de conocer mejor a los personajes además de introducirnos en su mundo de fantasía, Eretz. 

Laini Taylor vive en Portland (Estados Unidos) y está casada con el ilustrador Jim di Bartolo. Hasta el momento ha publicado cuatro obras, todas de tema fantástico: las dos primeras corresponden a la serie infantil Dreamdark, la siguiente es la recopilación de tres relatos Lips touch: three times, que le valió para ser finalista del prestigioso National Book Award 2009, y finalmente Hija de humo y hueso, el comienzo de una trilogía juvenil de romance paranormal que le ha abierto las puertas al mercado internacional. Esta autora desprende mucha frescura y originalidad: lleva el pelo rosa, el segundo nombre de su hija es Tarta (Pie) y en su blog podréis leerla en un tono divertido y bromista. Lo mejor de todo es que esa creatividad también se aplica a sus novelas.